Mujer exaltada

Ser equilibrada es saber quién soy, darnos nuestro lugar y estar definida en lo que queremos lograr como mujer. Un día tuve que hacerlo, pararme firme, ver en mi interior mis sueños, mis metas, y decirle al Señor: “Dios, dale un giro de trescientos sesenta grados a mi vida, quita la monotonía y haz que me pueda realizar”.

Espero que encuentres en este libro las fuerzas y el aliento, pero sobre todo la gracia de Dios que te motive. Tú estás marcada por Él para realizar grandes cosas, cosas que lo honren y que le den la gloria cuando otros te miren y vean en ti a una mujer exaltada.